Desde hace algún tiempo he intentado, como muchos otros profesionales, buscar algo nuevo, una temática o una tendencia en la que crecer, desarrollar y aportar investigación y trabajo. Durante muchos meses me interesé especialmente por lo que conocemos como Internet de las Cosas y, más en concreto, en la prometedora combinación del hardware y del software para mejorar la medicina y, por ende, la vida de las personas.