Siempre que hablo de Cloud Computing comienzo diciendo que alrededor de este término tan genérico existe mucha confusión. Para mí, el Cloud no consiste en una revolución tecnológica disruptiva, puesto que la tecnología ya la teníamos, sino en una evolución del modelo de entrega de servicios a través de la Red.
Han coincidido en el tiempo una serie de factores que han provocado lo que llamo “tormenta perfecta”: un entorno económico difícil y cada vez más competitivo, una gran velocidad de cambio tecnológico, un acceso a Internet cada vez mejor, la diversificación de dispositivos conectados, y la deslocalización de los usuarios.
Por otro lado, el término Cloud o Nube cuenta con un gran poder de seducción debido a que dispone de mensajes muy atractivos para los distintos decisores en las empresas:
- Financiero: Control de costes, ajustes de la capacidad a la demanda, mejor retorno de la inversión (ROI)…
- Negocio: Mejora del time-to-market y de la posición competitiva, globalización, innovación…
- Técnico: Desarrollo y gestión más rápidos, reducción de riesgos, flexibilidad hacia la compañía, simplificación de la gestión…
El éxito arrollador de este término se debe tanto a que se han dado las circunstancias adecuadas en el entorno como a que los beneficios que aporta el Cloud resultan muy atrayantes para los gestores de las compañías. En resumen, se trata de una operación de marketing mix perfecta, que incluso permite analizar sus cuatro P’s:
- Producto: Innovador, tecnológico.
- Precio: Ahorro de costes, pago por uso.
- Distribución: Mediante Internet.
- Promoción: Fabricantes, distribuidores, proveedores de servicio… todo el mercado promueve el Cloud.
Los desafíos del Cloud Computing
Todavía quedan algunos retos que la industria IT en general debe tratar de resolver para la total adopción del Cloud Computing en el entorno empresarial. Estas barreras están relacionadas con la seguridad y privacidad de los datos, la falta de estandarización, la dependencia del proveedor de Cloud y la disponibilidad del servicio.
Así y todo, a la pregunta “¿cuándo una empresa debería implantar una tecnología Cloud?”, yo suelo responder lo siguiente:
- Cuando la iniciativa se comprende y está apoyada desde los puestos directivos (esto es fácil).
- Cuando estemos seguros de que la tecnología es fiable.
- Cuando no afecta directamente a tu core business.
Tecnología para mejorar la productividad
En resumen,el Cloud Computing es una alternativa tecnológica que permite la descentralización del software y el hardware, y la agilización de los procesos de una empresa.
Su adopción implica la reducción de una gran parte de toda la infraestructura TIC de una compañía, por lo que pasamos de tener todo esto físicamente en la empresa a tenerlo en “la nube“, es decir, en centros de datos que se dedican específicamente a alojar y salvaguardar datos, programas y software específico, así como servidores, permitiendo a sus clientes el uso a través de internet.
Cada día son más las aplicaciones que se desarrollan y ofrecen en modalidad Cloud Computing, dado que su uso permite un mayor nivel de productividad y competitividad para las empresas. Software de gestión, herramientas administrativas…. son algunos ejemplos de por qué es conveniente para cualquier tipo de compañía adoptar tecnologías de este tipo, y, sin embargo, aunque es una tecnología cuya principal característica es el favorecimiento del ahorro de costes, en España sólo un 45% de las empresas lo conoce.
Tenemos por delante unos años repletos de oportunidades de negocio, con ventajas competitivas a nuestro alcance y posibilidades de transformación en todos los sectores, oportunidades que deberían motivarnos a entender mejor y comprender cómo puede el Cloud Computing ayudarnos a conseguir nuestros objetivos empresariales.
Autor: Arturo Dopico, Business Development Manager en NTT Europe Ltd. y Director del Programa en Digital Business para TECH (PDB-TECH) en colaboración con Vass
Próxima convocatoria del PDB-TECH: Septiembre de 2013. Infórmate aquí