Topics: Identidad Corporativa, Nuevas tecnologías, Noticias, Transformación Digital, Nielsen, Newsletter, redes sociales, Gustavo Núñez
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Todavía hay un largo camino por recorrer en las compañías españolas para llegar a la ansiada transformación digital o, más bien, para ser capaces de comunicar esa evolución como un cambio positivo.
En nuestra mano está que esa transición sea realmente ventajosa y que el paso a verdaderas estructuras 2.0 revierta en una mayor rentabilidad y eficiencia para las empresas, pero también a una mejor conciliación de la vida de los profesionales que la componen.
Sin embargo, llegar ahí no es fácil. Tal vez no por falta de voluntad, sino por falta de estrategia. Y es que la transformación digital de una compañía no puede venir marcada ni por modas ni por los últimos dictados del nuevo manager de un departamento, creado ad hoc llamado, por ejemplo, “Digital Innovation”. Otra tendencia es traspasar esta responsabilidad a alguien relativamente “junior” que carece del conocimiento para integrar la estrategia digital a través del conjunto de la cadena de valor que constituye el modelo de negocio: todo esto solo son parches.
“Estrategia-estrategia” y “comunicación-comunicación” son las únicas máximas a tener en cuenta. No es nada nuevo. Son las claves para la toma de decisiones en cualquier área. Si la comunicación fluye de arriba abajo y de abajo arriba, los mensajes se transmitirán correctamente, sin equívocos.
Allí donde el cliente esté
No todas las compañías son iguales, ni todas necesitan lo mismo. De ahí que sea fundamental un análisis previo, saber dónde estamos y dónde están nuestros clientes. ¿Son digitales, están en las Redes Sociales, en qué medida?, ¿cómo y dónde podemos mejorar la eficiencia con nuevas herramientas?
Todavía hay empresas que hablan del internauta como de un extraterrestre… Pero recordemos que los internautas hace mucho que dejaron de ser una raza aparte y hoy solo podemos referirnos a ellos como consumidores y clientes.
De hecho, el consumidor español es particularmente abierto y activo en las nuevas tecnologías. Casi la mitad de ellos ya postean y vierten opiniones en la Red sobre productos y servicios, por tanto, ¿dónde queremos estar? O, si me permiten la pregunta, ¿cómo queremos estar?, porque con el boom de las Redes Sociales muchas empresas se lanzaron a crear perfiles en Twitter o Facebook sin saber muy bien cómo los iban a utilizar, o si realmente encajaban con sus negocios. Volvemos a lo mismo, no tenían (o tienen) una estrategia definida.
Y es que no podemos considerarnos digitales por el mero hecho de “estar”. Cierto es que si no tenemos presencia online prácticamente es como si no existiéramos pero… ¿necesitamos estar en todas las Redes Sociales?, ¿qué función van a tener?, ¿actuarán como un canal de atención al cliente o de imagen?, ¿sabemos a quién nos dirigiremos y qué mensajes daremos?, ¿estamos preparados para ofrecer esa transparencia total que forma parte del ADN de lo que llamamos 2.0?
Empleados y directivos 2.0
Por otro lado, otro tema importante a la hora de convertir nuestra empresa en “todoterreno digital” es cómo vamos a facilitar esa transición a nuestros empleados y managers. Ellos son los principales embajadores de nuestra marca. De ahí que debamos predicar desde dentro, equipando y formando de manera correcta a nuestros profesionales, y haciendo previamente una buena comunicación.
Y con esto me refiero a que difícilmente nuestros empleados verán con buenos ojos que les pongamos en la palma de la mano un smartphone si no somos capaces de transmitirles que no sólo podrán estar “always on”, sino también organizarse el trabajo de manera más flexible sin estar necesariamente en la oficina, pudiendo conciliar mucho más.
Sólo así lograremos tener a empleados entregados y profesionales capaces de ver en las nuevas tecnologías una oportunidad de crecer, ser más eficientes y, por qué no, vivir mejor.
Sin embargo, facilitar el acceso a la tecnología a nuestros equipos no pasa simplemente por entregarles un móvil última generación. Pasa por formarles adecuadamente en su uso, sino desde un punto de vista corporativo.
Asimismo, si queremos ser digitales debemos serlo también desde dentro. No vale sólo con móviles o con ofrecer ADSL y fibra óptica a nuestros equipos para que teletrabajen, sino de contar con las estructuras más adecuadas.
Un ejemplo son las Intranet. Son muchas las empresas que presumen de llevar años conectadas y de contar con páginas internas exclusivas para sus empleados, pero que son totalmente inútiles, están obsoletas o no sirven para establecer un diálogo bidireccional real.
Liderazgo digital
Me gustaría terminar con una última reflexión… Si estamos hablando de transformación digital, de que realmente nuestras empresas hablen y dialoguen con sus clientes y empleados, que participen en sus foros, no podemos olvidarnos de los top managers, de los CEOs que dirigen las empresas. Ellos deben ser el mejor ejemplo.
¿Sabían que más del 50% de la reputación de una empresa que cotiza en Bolsa está directamente vinculada a la imagen de su CEO? Saquen sus propias conclusiones. Un líder cercano, transparente y solvente en sus comentarios, conectado con sus empleados, clientes y con el sector puede ser el primer paso hacia esta nueva oportunidad digital.
Autor: Gustavo Núñez, Director General de Nielsen en España y Portugal (@Gustweeted)
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